jueves, 27 de febrero de 2014

políticas de surtido  como herramienta comercial

La política de surtidos como herramienta comercial.  Uno de los aspectos muchas veces olvidado en las estrategias de marketing es que los productos deben encajar en la política de surtidos de los puntos de venta.  Existe un amplio abanico de acciones de merchandising que se deben conjugar y poner en marcha a la hora de crear un punto de venta. Una de ellas, en la que tanto los grandes comercios como los pequeños ponen en juego su negocio, es la elección del surtido.  Es evidente que el surtido hace la imagen del establecimiento, pero en la medida en que, - ciñéndonos a su definición-, es la variedad de artículos o referencias puestos a la venta, hace que de él dependan las ventas de la empresa detallista.  A la hora de llevar a cabo la elección del surtido de un establecimiento detallista, son varios los componentes que hay que conjugar para llegar al número de referencias idóneo. Se debería tener en cuenta, entre otros aspectos, la amplitud del surtido y su profundidad.  Existen diversas combinaciones de estos dos componentes, algunas de las cuales son exitosas con casi total seguridad, como se da en el caso de las grandes superficies. Estas son un ejemplo claro de surtido amplio y profundo, que funcionan indudablemente en la sociedad actual, fundamentalmente por la multitud de necesidades que cubren y por otros factores que influyen en el impulso de compra. Aun así, todos somos conscientes de qué tipo de productos podemos encontrar en cada una de ellas, no pareciendo existir una que abarque todo el abanico de la oferta.  El surtido puede ser también algo más limitado y profundo, es decir, satisfacer pocas necesidades pero con una amplia posibilidad de elección. Es el caso de tiendas especializadas.  El hecho de incorporar el ingrediente del grado de especialización del establecimiento, va a determinar si la elección de productos y marcas a ofrecer al consumidor, es decir, la decisión acerca del surtido, ha sido la adecuada.  La especialización puede consistir en el tipo de productos, en el público al que va dirigido, o en ambas cosas.  Si el surtido de un establecimiento es amplio pero no es especializado, existe el riesgo de que la profundidad no sea suficiente para el cliente que busca algo muy concreto. Incluso puede ocurrir que con un nivel de profundidad muy bajo, no interese ni al público general.

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